Limpiar la cadena de la bici

En medio de una era que promueve la sostenibilidad, las bicicletas toman más sentido para evitar la contaminación en las grandes urbes. 

Es que son una forma de transporte que ahorra el uso de combustibles no renovables, y que ayuda a no emitir gases contaminantes al ambiente.

De este modo, la limpieza de la cadena de la bicicleta es un factor determinante para asegurar desplazamientos cómodos, seguros y que te ayuden a llegar a tiempo a todas partes. Así que, si se te ha escapado este detalle… ¡Te explicamos cómo hacerlo!

¿Por qué hay que limpiar la cadena de la bicicleta? ¿No es suficiente con lubricarla?

El lubricante permite que todas las piezas y eslabones de la cadena se deslicen, hagan la transición cortamente y así pueda funcionar el sistema rotatorio. 

Por tanto, este producto ayuda a mantener las piezas en movimiento, al tener la consistencia necesaria para hacerlos andar.

Ahora, si la cadena tiene sucio almacenado o barro, esto impedirá que el lubricante se adhiera. Por eso, la limpieza de la cadena se utiliza como un paso previo antes de engrasar o encerar los piñones. 

Pero, además de ser útil para despejar la base a la hora de poner el lubricante, también tiene un fin propio: mantener la cadena funcionando en el día a día. Con solo agua y jabones neutros, puede realizarse la limpieza constantemente sin problemas

No todas las lubricaciones se hacen de forma constante, porque a largo plazo pueden averiar el metal. Solo los lubricantes de cera que son naturales y biodegradables, son aptos para ponerlos diariamente, de resto, algunos químicos pueden ser perjudiciales.

Lo que sí puedes hacer es no dejar que se acumule el polvo en la cadena haciendo limpiezas frecuentes; esto evitará la corrosión, que la cadena se atasque y que se desgaste con el tiempo.

No olvides que el polvo es perjudicial para la duración y efectividad de la cadena, así que mantenerla limpia es el primer paso.

Productos para la limpieza de la cadena de tu bicicleta

Pasos para limpiar la cadena de la bicicleta adecuadamente

Hay diferentes pasos que debes hacer para limpiar la cadena de la bicicleta, así que te contaremos cómo eliminar antes de salir en tu bici:

Elimina el exceso con agua

Pon la bici en un soporte de trabajo o boca arriba para que puedas manipular el pedal y así mover la cadena para que el agua impacte en todos los espacios. 

Puedes utilizar un cubo de agua con una esponja, una manguera o un propulsor de agua, pero lo importante es que sea abundante agua. La intención es remover toda la suciedad superficial.

Enjabona la cadena de la bici con productos adecuados

Aunque los jabones son nuestros mejores amigos en la limpieza, hay algunos perfumados o con químicos que pueden crear reacción en materiales como el metal. Por eso, se necesita un jabón específico para bici.

Estos están diseñados para no dejar grumos ni desgastar o corroer el metal. En caso de no conseguir uno, los jabones con PH neutro cumplen la misma función, así que no dudes en utilizarlos.

Cuando consigas e limpiador ideal, entonces usa una esponja o cepillo suave para llegar a todas las esquinas. 

La intención es que no quede nada oculto, y considerando el entramado complejo de la cadena, deberás tener una herramienta pequeña para llegar a todos lados.

Luego de frotar completamente la cadena, enjuaga con agua hasta retirar el producto. Asegúrate que la superficie no esté jabonosa, porque eso pudiera resbalar los demás productos y pasos.

Seca la humedad

Con un paño de microfibra o algodón en su defecto, puedes secar perfectamente la cadena. Hay que eliminar la humedad del metal, porque esta no es compatible con aceites ni productos similares.

No te olvides de lubricar la cadena

Aprovecha para hacer el mantenimiento al sistema. Al agregar lubricante, aseguras que se mantenga el rendimiento y que puedan cambiarse las velocidades de forma suave y no te trabes en el camino.

Aunque puedes saltarte este paso, lo ideal sería lubricar la cadena de tu bici semanalmente o cada 2 semanas, así evitas que se acumule polvo tan rápido (porque este lo repela) o que se oxide por la humedad y el sol.

¡Y seca de nuevo!

No dejes exceso de producto en ninguno de los pasos, porque puede ser perjudicial para tu bici. Así que, después que lubriques la cadena , toma un trapo seco y pásale.